Los peluches se han considerado desde hace tiempo juguetes infantiles, pero recientemente, desde Ikea Shark, To Star Lulu y Lulabelle, hasta Jelly Cat, el último fuddlewudjellycat, se han vuelto populares en redes sociales. Los adultos se entusiasman aún más con los peluches que los niños. En el grupo "Los Peluches También Tienen Vida" de Dougan, algunos se llevan los muñecos para comer, vivir y viajar, otros adoptan muñecos abandonados y otros los restauran para darles una segunda vida. Es evidente que la razón del fanatismo no reside en el juguete en sí; para ellos, los peluches también tienen vida, y transmiten las mismas emociones que las personas.
¿Por qué estos adultos están obsesionados con los peluches? Hay una explicación científica: los psicólogos los llaman "objetos de transición", una parte importante del desarrollo infantil. A medida que los niños crecen, su dependencia de los peluches no disminuye, sino que aumenta. El estudio también demostró que la asociación entre este grupo y el juguete reconfortante podría ayudar a estas personas a adaptarse mejor a la vida incluso después de la edad adulta.
El apego emocional a los peluches y su personificación no es un fenómeno nuevo, y es posible atribuir experiencias infantiles similares. Pero ahora, gracias al impulso de internet, los peluches antropomórficos se han convertido en una cultura, y la reciente explosión de peluches como Lulabelle sugiere que podría haber algo más.
Los peluches, la mayoría con formas encantadoras y manos peludas, se ajustan a la actual cultura de la ternura. Tener peluches tiene los mismos efectos curativos naturales que tener mascotas. Sin embargo, en comparación con la apariencia, la emoción que transmiten es más valiosa. Con el ritmo acelerado y la alta presión de la sociedad moderna, las relaciones afectivas se han vuelto extremadamente frágiles. Con la prevalencia del "desorden social", la comunicación social básica se ha convertido en una barrera y resulta muy difícil confiar emocionalmente en los demás. En este caso, las personas deben buscar una vía de escape emocional.
Lo mismo ocurre con las personas de papel, tan codiciadas en la cultura bidimensional. Incapaces de aceptar la relación emocional imperfecta e insegura de la realidad, muchas personas optan por depositar sus sentimientos en las personas de papel, siempre perfectas. Al fin y al cabo, en las personas de papel, las emociones se vuelven algo que se puede controlar; mientras se desee, la relación siempre será estable y segura, y la seguridad está garantizada. La relación parecía más segura cuando estaba unida a un peluche visible y tocable que cuando era un trozo de papel inamovible. Si bien los peluches suelen sufrir daños naturales con el tiempo, pueden prolongar la vida de los portadores emocionales mediante una reparación constante.
Los peluches pueden ayudar a los adultos a revivir la infancia y crear un mundo de cuento de hadas en la realidad. No hay que sorprenderse de que los adultos crean que un peluche está vivo, pero es una cura para la soledad.
Hora de publicación: 09-jun-2022